Los españoles del “Winnipeg”
Pablo Neruda


Una vez que me he evitado las complicaciones, creo que lo más difícil va a ser intentar narrar de forma no aburrida los 9 días que pasé en Chile. No pretendo hacer una sucesión de batallitas para cansar al personal, me gustaría que me saliera algo más … no sé si llamarlo de sensaciones, de impactos, de recuerdos, de goces …
En cierta medida me ha pasado algo parecido a lo que Neruda narra sobre los españoles que huyeron de España por la represión franquista y llegaron al puerto de Valparaíso en un barco llamado Winnipeg en 1939. La diferencia es que yo no huía de ningún sitio, de Guayaquil y de su Perimetral uno se va, no huye.
El caso es que, por decirlo de alguna manera, llegué más que a un país o a una ciudad concreta de ese país, llegue a un espacio en el que en cada momento me sentí en mi propia patria, o al menos en lo que a mi me gustaría que fuera una patria. Pero para no enredar mucho, mejor no hablar de inventos tan estúpidos como patrias.
Llegué a Santiago de Chile y desde el momento en el que se abrió la puerta del aeropuerto tenía la sensación de que estaba como en mi casa. ¿Y quién le puso cara a esa sensación?, Andrea Venegas jejejeje casi 3 años llevaba sin verla, nos despedimos en el aeropuerto de Guayaquil en abril de 2008 entre lloros suyos y sandeces mías … y la jodía en el reencuentro ¡¡no lloró!! Todo estaba planeado con la Nata y con Darío para llevarla engañada al aeropuerto. La sensación era extraña jejjeje pero era muy agradable. Volver a ver a Andrea me colocó 3 años atrás, cuando empecé a escribir esta historia vinculada a la cooperación, a América Latina y a Ecuador.

Y una vez unidos los Guala – Balboa … tocaba no pensar y tener unas vacaciones alejadas del anarkoturismo (en algún lugar explicaré con detalle que es el concepto del anarkoturimos creado por el doctor Sanz Lorente y quien escribe).
Comer 7 asados, una empanada de kilo y un costillar en 9 días sólo se puede llevar a cabo con la organización de alguien como Darío Oyarzún, un tipo peculiar donde los haya, del Atleti, de la U y perdedor de apuestas. Pero eso sí, un auténtico as con el cuchillo y el punto de la carne. Darío está casado con una tipa también peculiar … Rocío Martínez, entusiasta en lo que hace y una mujer toca pelotas de los fachosos amigos de Piñera. Y la guinda del pastel, es una “tipilla”, porque es pequeña, pero que creo no tener palabras para definirla, la Viole. Supongo que la sensación de despertarse cada mañana y verla es lo que provoca que los otros dos tipos con los que vive, su padre y su madre, tengan esa fuerza y esa ilusión.
Creo que me estoy poniendo un poco ñoño …
Pude volver a pasear por la Alameda, con una sensación aún más extraña si cabe, después de visitar el Museo de la Memoria … con la idea de que es necesario y obligatorio dejar claro quiénes fueron los torturadores y quiénes los torturados, en España tenemos mucho de lo que aprender. Tipejos de la derecha española tendrían que darse un paseo por este museo.
Y de Santiago me llevo la sensación de ciudad acogedora, de espacio vivible en el que quien sabe …
Pd: Esta vez la autoría de las fotos es múltiple, la Nata, Darío o yo mismo.
Pd: El Winnipeg tiene un significado especial para los inmigrantes españoles y sus descendientes. Será recordado como el barco que rescató a miles de españoles de la guerra, dándoles una nueva posibilidad de vida en tierras chilenas, por gestión y obra del poeta Pablo Neruda. (http://es.wikipedia.org/wiki/Winnipeg_%28barco%29)
Me gusta. Chile, tierra de reencuentros!
ResponderEliminarQue me has emocionao, Nacho!
ResponderEliminarSiempre es un orgullo considerarlo a usté amigo nuestro y de estas tierras!
Precioso. Sí Rocío, tenemos mucha suerte :)
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