domingo, 12 de diciembre de 2010

Todo cambia, nada permanece




Creo que no es malo volver a empezar citando a los clásicos, que a esos manes se les llama clásicos por algo ... más de 2.000 años y que se sigan repitiendo sus frases ... JOOOOOODER!!!

Cuando uno le da a su vida un cambio radical está como ansioso, no?, los días pasan volando, de las semanas uno ni se entera y cuando casi no ha tenido tiempo de darse cuenta ya han pasado no sé cuantos meses. Esta vez no está siendo así, llevo un mes entre Guayaquil y Quevedo, un mes desde que dejé España, ya no puedo decir que me he ido sólo de Madrid jejejeje

Un mes que no por haber tenido la sensación de que ha pasado más "despacio" no ha dejado de ser intenso, muy muy intenso. Reencontrase con conocidas y ya viejas sensaciones de ruidos, mosquitos y sobre todo olores e imágenes, las caras de personas que ya son casi familia, desde la Patty hasta el man del bus pasando por Don José, voluntarios/as nuevos, compañeros de trabajo, protestas comunitarias en pro de derechos básicos, linchamiento de buseros, partidos de fútbol, talleres con socias, armados ... en fin muchas cosas que a uno lo llevan a un pasado, pero que realmente son los inicios de un futuro que ni yo mismo sé hasta donde me va a llevar. Cuando la gente me pregunta por cuánto tiempo vengo esta vez, siempre respondo con un cerrado y escueto "no sé" y cambio de tema para seguir hablando de cualquier otra cosa y me siento cómodo respondiendo eso, esta vez tengo la absoluta certeza de que realmente no sé el tiempo que estaré aquí y esa sensación me da tranquilidad.

Esta vez han cambiado hasta las responsabilidades y las ventajas e inconvenientes que vienen asociadas. Uno viene como responsable de un proyecto concreto, eso quiere decir que en buena medida quien va a tomar ciertas decisiones importantes de ese proyecto soy yo y tengo que reconocer que eso me mola, jejejeje, ese proyecto se empezó a gestar por estas fechas el año pasado desde una oficina en el Monte Sinaí pasando por una oficina de Gandia, y ese sueño que empezó en un par de e-mails ahora tiene por lo menos 180 ojos, 90 bocas y 180 orejas, es decir tiene 90 mujeres que son la esencia del proyecto. Y sobre esa sensación de trabajar con estas mujeres ya iré contando.

Y encima casualmente hoy hemos acabado de "soñar" el siguiente proyecto que vamos a presentar, si cabe aún más ambicioso que el actual. Así es complicado no tener esa sensación de tranquilidad, no?

Bueno, por suerte, ni mucha parte de este Guayas, ni yo mismo, somos ni siquiera parecidos a esa relación que empezó un 13 de junio de 2007, pero también, por desgracia uno sigue viendo esa Perimetral como brecha literal entre un mundo de sueños y un mundo de simple subsistencia.

Salud.

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